Maniática como soy de recordar toda clase de datos, fechas, detalles, etc. me da rabia no acordarme de cuál fue el primer libro que compré para los niños.
Creo que uno de los primeros libros que recibió Pequeñita fue un libro de tela que le regalaron mis padres: Cucú, de la editorial Combel. Recuerdo bien que se lo regalaron mis padres, pero no si fue para un cumpleaños, Navidad o porque hoy es hoy. Y así no hay manera de saber qué edad tenía, aunque estoy segura de que tenía menos de un año.
Es un libro de tela acolchada, muy amoroso, para que los niños puedan manejarlo cómodamente desde que son bebés sin riesgo para nadie: ni para los niños... ni para el libro. Sus cuatro páginas son redondas y en cada una de ellas hay un animalito distinto (uno por cada cara) que tapa sus ojos con sus patitas o con sus orejas, que se pueden mover para jugar al juego de cu-cú,tras-trás.
Los dibujos de los animales son muy alegres, y en el interior de las partes móviles hay material que cruje suavemente, supongo que para para hacerlo más llamativo para los pequeños. Pero una vez más, fallé en la predicción de los personajes que iban a gustarles más.
No es de los libros con los que más tiempo han pasado Pequeñita y Chiquitín, pero nos ha venido muy bien por ejemplo para bajar a la piscina, como es de tela, estaba a salvo; o para llevarlo en salidas fuera de casa. Por supuesto, también lo utilizamos en casa.
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